Hoy traigo algo novedoso, como ya sabréis algunos la selectividad está a la vuelta de la esquina, poco falta para esos nervios que se palpan en el ambiente la primera quincena de junio.
Hoy quería poner mi granito de arena para animar a aquellos pre-universitarios que no saben muy bien de que va (como yo ;P)
Aquí os dejo algunos consejos:
1. Lleva al día las asignaturas de Bachillerato
El contenido de los exámenes de selectividad es el mismo que el de las asignaturas de segundo de Bachillerato, así que lo mejor que puedes hacer para preparar la selectividad es estudiar bien durante todo el curso. Si has sacado buenas notas durante el resto del año, tienes casi garantizado un buen resultado en la selectividad.
2. Planifica tu estudio
Haz un calendario con lo que debes estudiar cada día, así te asegurarás de que no te dejas ningún tema o asignatura sin repasar. Eso sí, sé realista, no sirve de nada hacer un calendario que luego no vas a ser capaz de seguir. Cuando lo planifiques cuenta con que también deberás dejar tiempo para dormir y para algo de ocio.
3. Escribe todo lo que estudias
Escribir es la mejor forma de retener en la cabeza lo que estás memorizando. Escribe desarrollos de los temas, resúmenes, esquemas... Cada vez que plasmas una idea en papel, el cerebro trabaja y se queda con ella más fácilmente. Además, la PAU es un examen escrito, por lo que es un entrenamiento perfecto.
4. Resume cada vez más
La materia que estudias tiene que estar cada vez más sintetizada. El estudio debe comenzar con los libros y los apuntes de clase. De ahí debes sacar un resumen con lo más importante, que es lo que realmente vas a estudiar. A continuación, puedes hacer un esquema con los conceptos principales. Sigue con un esquema del esquema y así hasta que al final te quedes con cuatro ideas que te permitirán desarrollar todo el tema.
5. Repasa, repasa y repasa
En un examen con tanta materia puede que lo que te pregunten lo hayas estudiado hace bastantes días, así que es fundamental que te acuerdes de lo que has memorizado hace tiempo, y la mejor forma de hacerlo es repasando. Los expertos indican que para recordar algo bien es necesario repasarlo un mínimo de cinco veces y la primera debe ser al día siguiente de haberlo estudiado.
6. Adáptate a tu cuerpo y tu ritmo
No todas las personas somos iguales y nuestros ritmos de estudio son diferentes, por lo que es importante encontrar el tuyo y seguirlo. Hay personas que estudian mejor por la mañana, otras de noche, unas en la biblioteca, otras en casa, unas siempre en el mismo ambiente, otras cambiando... Descubre cómo rindes más y créate una rutina en base a eso.
7. Descansar también es importante
Los tiempos de descanso son tan importantes como los de estudio porque de vez en cuando hay que dejar descansar a nuestra cabeza para que luego vuelva a rendir al 100%. Según los expertos, el descanso idóneo es de cada 10 minutos cada hora y media de estudio, pero tú eres quien mejor conoce tu cuerpo y si te encuentras cómodo con otros tiempos puedes aplicarlos. Eso sí, ¡que no se te vayan de las manos! El tiempo que dedicas a dormir también es importante y deberían ser ocho horas diarias.
8. Haz exámenes de años anteriores
La mejor forma de practicar para un examen es haciendo más exámenes. Con las pruebas de años anteriores adquirirás habilidad en los tipos de ejercicios de cada asignatura. Además, te servirá para identificar los temas que más caen.
9. Cuando estudies, céntrate en lo que estás haciendo
En el momento de ponerte delante del libro tienes que sacar de tu cabeza todo lo que no esté relacionado con la materia que estás trabajando. No importa si en la tele está saliendo tu grupo favorito, alguien te ha etiquetado en una foto de Facebook o tienes decenas de historias de Snapchat por ver, ya tendrás tiempo de ocuparte de todo eso en tus ratos de descanso. Así que ya sabes, lo mejor es que te alejes de tu móvil e Internet cuando estudies.
10. El día de antes haz cualquier cosa menos estudiar
Ya sabemos que esto es difícil de cumplir y que el día de antes del examen todos queremos apurar al máximo las últimas horas de estudio, pero es importante dar un descanso a tu cabeza. El día de la PAU va a ser duro y tu cerebro necesita estar fresco para dar lo máximo. Haz deporte, sal con los amigos, ve al cine... cualquier cosa que te permita relajarte y dejar de pensar en que mañana tienes el maldito examen.
